Historia / Descripción
Guido Carosella era un joven normal, como los demás jóvenes americanos, hijo de unos padres adinerados. El joven Guido fue al instituto, donde era uno de los estudiantes más aplicados, lo que provocaba el rechazo de la mayoría de la clase, cuyo nivel era inferior. La necesidad del joven Guido por sentirse apreciado, le llevaba a gastar bromas sin cesar, convirtiéndose en el gracioso de la clase, con el tiempo, Guido continuó con esa afición a bromear, aunque por motivos distintos. El joven Guido se sentía atraído por una joven de su instituto, Sheila McCann, a la que pretendía impresionar por encima de todo. Sheila sin embargo, salía con el «matón» del instituto, que no veía con buenos ojos que Carosella se fijara en su novia, después de varios altercados, llegó el día en que todo explotó. Acabadas las clases, Sheila pasó junto a Guido, y le hizo un comentario, Carosella le contestó, y esto fue suficiente para que el novio de McCann se enfureciera y golpeara a Guido haciéndole caer. Esto no hubiera pasado de ser una de las muchas bravuconadas a las que Guido era sometido, pero esta vez, al ver como todos se reían y burlaban de él, el joven Carosella se lanzó furioso contra su agresor. Éste, más fuerte que él lo tumbó, y junto a sus amigos comenzaron a golpearle mientras él yacía indefenso en el suelo. La serie de golpes, junto a la tensión del momento, provocaron que se manifestara el poder mutante de Guido, que le permitía absorber la energía cinética lanzada contra él. La paliza había provocado que absorbiera mucha de esa energía, y su brazo se hinchó adquiriendo grandes proporciones. El joven Carosella huyó del lugar aterrado sin saber adonde iba, y en su alocada carrera no vio venir el autobús que le atropelló, sin embargo, lejos de morir su cuerpo absorbió la energía cinética y su cuerpo aumentó de masa. Guido no sabía como funcionaba su poder mutante, ni lo sabría hasta años más tarde, por tanto desconocía que si no liberaba la energía absorbida, su cuerpo quedaba distorsionado para siempre, por ello, antes de que Guido pudiera pararlo, su cuerpo tenía un aspecto grotesco y deforme, que mantendría para siempre.
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